
y llegar a un final es empezar.
Y cada frase, cada oración lograda
(donde cada palabra está cómoda
y toma su lugar apoyando a las otras,
la palabra que ni es apocada ni ostentosa,
el intercambio natural entre lo antiguo y lo nuevo,
la palabra común, exacta pero no vulgar,
la palabra formal, no por precisa o pedante,
el entero conjunto bailando en armonía),
cada frase, cada oración, es fin y es principio,
todo poema es epitafio.
Little Gidding, en T. S. Eliot Cuatro Cuartetos