JUANITO LAGUNA DE ANTONIO BERNI

1981 Unos días antes de su muerte, Antonio Berni en una entrevista decía:

"El arte es una respuesta a la vida. Ser artista es emprender una manera riesgosa de vivir, es adoptar una de las mayores formas de libertad, es no hacer concesiones. En cuanto a la pintura es una forma de amor, de transmitir los años en arte."


A principios de la década del 50 Berni recorrió varios pueblos de Santiago del Estero, provincia de la República Argentina. Allí conoció a los chicos de la pobreza. A muchos de ellos los pintó, y les dio nombre en forma individual, pero nunca como hasta finales de la década del 60, había bautizado a toda una serie de pinturas con un nombre. Era el nacimiento de Juanito Laguna, con quien Berni quiso crear un arquetipo que representara a todos los chicos que él conoció. Juanito aparece en la pintura de Berni en la década del 60 y en parte de la siguiente. Fue presentado en la Galería Witcomb entre el 6 al 18 de noviembre de 1961.
Juanito vive en una Villa, la del Bajo Flores. Berni conoce la Villa, la observa, la fotografía: analiza los espacios y su gente. Nunca se supo con certeza porqué eligió el nombre "Juanito".
Con Juanito, Berni volvió a usar la técnica del Collage que ya había experimentado en los años 30. El Collage será su lenguaje, a la manera de Matisse de la década del 40 y 50. Para crearlo, Berni utilizó los materiales que estaban en el espacio donde vivía Juanito. Todo aquello que la gran ciudad desecha y que sin embargo la villa aprovecha.
"Juanito Laguna" constituye una serie discontinua. Berni no seguirá la cronología de Juanito. Lo pintará sin seguir el orden de su crecimiento. Creará episodios que protagoniza Juanito y su familia y el mundo próximo y lejano que lo rodea.
Esta serie finalizó en 1978.

PÁGINA MEMORABLE ESCRITA POR FERNANDO FADER

El día 20 de mayo de 1938 sale publicado en la revista "EL HOGAR" un autorreportaje de FERNANDO FADER en el que el artista describe su mundo interno y su visión acerca de temas existenciales como el paso del tiempo, el dominio de las emociones y el sentido de la vida.
Las imágenes proceden de un ejemplar original.
Reproducimos el texto completo.

UN AUTORREPORTAJE DE FERNANDO FADER, PRIMICIA EXCLUSIVA DE "EL HOGAR"
Fernando Fader, para no sentirse tan solo -como él lo confiesa- solía escribir.
Eligiendo los ratos más tranquilos y quietos, provocaba la confidencia íntima que no sa­lía de sí mismo, haciendo hablar y discurrir a sus personajes: era más bien un solilo­quio en que las ideas y pensamientos brillaban y la forma del decir se hacía casi poética. Pudiera sugerirlo a través de sus memorias como pintando el paisaje interior de su espíri­tu. Sus papeles, de todas clases y tamaños, borroneados, de apuntes al dorso, están apro­vechados sin desperdicio con los finos caracteres de su escritura cursiva donde difícilmente hay alguna enmienda. Han sido recogidos y guardados cuidadosamente por su esposa, la señora Adela Guiñazú de Fader, quien me ha autorizado a publicarlos por intermedio de EL HOGAR. Voy completando así, con el alto valor documental que cabe atribuirles, la difu­sión de los manuscritos de Fader que comencé a hacer conocer por las columnas de esta mis­ma revista el año pasado. Con ellos se podrá definir mejor su personalidad artística y su fi­sonomía intelectual. Hay marcada diferencia en su estilo, según la época: alegre, optimista, casi satírico, cuando venciendo el desahucio de los médicos se entrega a su alejamiento de Ischilín; y triste, pesimista, casi doloroso, cuando va perdiendo toda esperanza de vivir. Pero sigue pintando a pesar del "mal tiempo y del frío", renovando sus emociones y admitiendo el sufrir porque para eso "ha nacido"...
Los conceptos sobre arte con que analiza al pasar todas las cosas que le rodean y que for­man su pequeño mundo circundante, van brotando de su pluma ágil, mezclados a deducciones de una especie de filosofía cruda pero sincera, como podrá verlo el lector en la página siguiente.
ARMANDO MAFFEI

LA INTERPRETACIÓN Y EL ALMA DEL PAISAJE
- por Fernando Fader -
Un vestíbulo de casa de campo. Una chimenea donde arde un grueso tronco. El pintor está sentado a la izquierda, en un banco rústico de algarrobo. Al lado de la chimenea una tenaza, un gancho y una pala de hierro forjado. Sólo se mueve de cuando en cuando para cambiar la posición de la pierna o encender un cigarrillo. Paca largo rato mirando el fuego. Aparece lentamente sentado frente a él, él mismo era una sillita, delante de un caballete, y dice:
FADER - Tener que pintar con este tiempo, ¡Qué frío hace junto a esta represa!
EL OTRO YO - ¿Y por qué te obstinas en pintar siempre esta fa­mosa represa? Si ya la pintaste como veinte veces, ya te dirán que te estás repitiendo cada año.
FADER - ¿Repetirme yo? (se sonríe) ¿Crees tú, acaso, que una emo­ción se repite si tú sabes dominarla y orientarla?
EL OTRO YO - ¿La emoción de las hojas que caen? Ya la pintaste va­rias veces.
FADER - Y dime ¿Acaso esas mismas hojas caen todos los años en la misma forma? ¿En el mismo momento? ¿Y en la misma agua?
EL OTRO YO - Más o menos en otoño, por regla general.
FADER - No voy a discutir porque no vale la pena. Pero te diré que admito eso de más o menos, y aun que dijeras que caen en igual forma. Sólo me pregunto yo ¿Tú lo ves igual todos los años de tu vida? ¿Ese año más o menos? ¿Acaso me has oído antes quejarme del frío y de este vaho helado que me sube como un fantasma, que me ahoga?
EL OTRO YO - La vejez, entonces. Con no pintar más en tales condi­ciones estás del otro lado.
FADER - Gentil consejo. No me opongo a que sea la vejez, como tú dices. Será la vejez en los huesos. Pero voy viendo más, más adentro. Cada año, ¡qué cada año!, mientras pinto, cada día, cada hora, voy comprendiéndolo todo; a menudo me asusto de verlo tan sencillo, tan simple ... ¡y tan (como abstraído) enorme! Y que sea yo quien lo ve. Qué me importa que me levante helado, tosiendo hasta ahogarme. Para remediarlo está después la estufa.
EL, OTRO YO - Sin embargo, hace poco tuviste un buen susto con un resfrío y te propusiste cuidarte.
FADER - Es cierto, y por esta causa me levanto con frecuencia de mi sillita para calentarme en un fogoncito que me hago con ho­jarasca. Pero después vuelvo a sentarme y miro, y miro, y todo se me hace tan natural. De no ser porque no se puede con esas telas y colo­res, y de no ser que mi gente necesita de mis cuadros para vivir, allí no más dejo todo, porque me basta haberlo visto.
EL OTRO YO - ¿Y qué dirían los otros si dejaras de pintar?
FADER - ¿Los otros? ¿De quién me hablas? ¿De los que me compran mis cuadros? ¿De los que van para encontrarlo mal todo o de los que van para sentir algo?
EL OTRO YO - De estos últimos. Porque son pocos y caben en tu "Ford" viejo.
FADER - ¿Y qué derecho tienen ellos y los otros de exigirme a mí que les diga lo que yo siento y lo que yo veo? ¿Nunca has pensa­do tú que ser así: un profundo sentimiento, es una condena? ¿Y tener que decir lo que uno sufre?...
EL OTRO YO - ¿Y te quejas tú? ¿Acaso no te pagan bien?
FADER - Hombre, no lo sé. Pagan bien mis cuadros, es cierto. No, espé­rate; no me pagan bien. Es, tal vez, comprar caro, que no es lo mismo. Yo que he nacido con eso, lo he cultivado; he trabajado mu­cho. No, no he trabajado mucho. No es cierto. He sufrido mucho; así es. He sufrido mucho, porque para eso he nacido...
EL OTRO YO - Y no has gozado nada, ¡P
obrecito!
FADER - ¿Haces tú diferencia entre sufrir y gozar? Para mí era lo mis­mo decir: he gozado mucho.
EL OTRO YO - ¿Y entonces?
FADER - ¿Entonces qué? ¿Acaso me he quejado de algo? He dicho que siento tener que pintar con este mal tiempo y nada más. ¿No ves que a pesar de ello sigo pintando? Y sigo pintando porque necesito ganar dinero para mí y para mi gente. ¿Le parece deshonesto, acaso?
EL OTRO YO - Tanto como deshonesto no, pero como otra vez le estás dando a la represa...
FADER - Sí, pero ahora no caen las hojas. Ahora mi represita me ha dado una sorpresa. Se ha cubierto de un yuyo verde, tan verde, que de lejos parece una esmeralda grande.
EL OTRO YO - Verde en lugar de amarillo.
FADER - Pero ¿cómo es posible que se reduzca todo un pequeño mundo a términos tan simples?... Verde o amarillo. Tú no ves la la­bor formidable de ese yuyito para multiplicarse en esta forma. Fíjate que la ha tapado con un manto verde en pleno invierno. Y el agua se esfuerza en abrir los ojos y a ratos lo consigue con la ayuda de una rama que cae, con el viento que separa los yuyos, y entonces se ve muy adentro del agua, como si le leyeras en el alma... Y a tal lo llamas tú simplemente verde. ¿Y no ves cómo ese verde convierte todo en derredor en otro tono? Los troncos de los sauces en todos sus planos mirando al agua reflejan verde, y así hace mi represita una sinfonía nueva, tan enormemente rica y tan enormemente silenciosa. Porque tú no sabes que yo la quiero a la represita porque es mía. Es mía porque el terreno es mío. Y es mía porque yo hago de ella lo que quiero, lo que se me antoja. ¿Comprendes lo que es? Pongo en ella mi atención, mi cariño, y me lo devuelve enjoyándose en el espejo del ramaje fan­tástico, obscurecido en el fondo fangoso a través del agua cristalina. Se encrespa cuando hace frío, se encoge bajo los sauces como una mu­jer bajo la colcha abrigada. Juega con los rayos del sol y los deja ju­gar con ella... Entonces parece que estuviera quietita, desnuda, ente­ramente desnuda...
EL OTRO YO - Al paso que vas, te harás poeta.
FADER - ¿Me haré poeta? ¿Lo dices para hacerme creer que valdría más que siendo pintor?
EL OTRO YO - Más. tal vez no, pero...
FADER - Cállate; yo no soy ni pintor ni poeta. Sólo sé sufrir.

Se desvanece lentamente, y arregla el fuego, pensativo; deja lentamente la herramienta y su cara se vuelve de expresión enormemente triste...


CAE EL TELÓN

PSIQUISMO Y CÓDIGO

El ser humano se expresa a través de un lenguaje verbal articulado, provisto de sintaxis y gramática, complejo y de múltiple significación. Sin embargo, este no es el único medio expresivo con que cuenta.

El lenguaje coloquial nos muestra esto con frases como: "la mano en el hombro", "un apretón de manos", "habla con los ojos", "el gesto lo decía todo" y muchísimas otras que nos hablan de un decir sin palabras.

De este otro "decir", las más de las veces no tenemos conciencia. Es común escuchar: "Tal persona me inspira confianza, no se por qué", "Hay algo que no me gusta en tal persona, no sabría decir qué", etc.

No sólo no sabemos qué es lo que captamos en los demás sino que tampoco tenemos conciencia de lo que nosotros mismos expresamos sin palabras, hasta el punto de no entender actitudes de otros a quienes "no les hemos dicho" tal o cual cosa, pese a lo cual actúan como habiendo recibido la información omitida. Y es que, en realidad, la han recibido aunque no hayamos pronunciado palabra sobre el tema.

Este otro "lenguaje" corresponde al bagaje más arcaico de la humanidad, a los más primitivos códigos comunicativos basados en gestos, miradas, gritos, movimientos.

Extraido de "Títeres en la clínica o el regreso de la Preciosa" de Martha Y. Fernández. Lugar Editorial, Buenos Aires 1995

ARENA

ARENA,
y más arena,
y nada más que arena.

De arena el horizonte.
El destino de arena.
De arena los caminos.
El cansancio de arena.
De arena las palabras.
El silencio de arena.

Arena de los ojos con pupilas de arenal.
Arena de las bocas con los labios de arena.
Arena de la sangre de las venas de arenas.

Arena de la muerte.
De la muerte de arena.

¡Nada más que de arena!

Oliverio Girondo.

PSICOLOGÍA DE LA EXPRESIÓN

Desde hace más de cincuenta años que se utiliza el dibujo y la pintura en medios psiquiátricos para trabajar con los enfermos. Desde hace algo mas que 35 años, el psicoanálisis comienza a interesarse por la producciones de los pacientes en tratamiento, cuyo estudio permite obtener datos interesantes para luego analizar.

Melanie Klein y Ana Freud publican trabajos de investigación en los que describen el lugar importante que el dibujo brinda a la comunicación. Los niños pueden expresarse a veces, solamente a través del dibujo, pacientes en los que las palabras faltan, el dibujo dice…

“En efecto, la obra pictórica tiene sobre su autor un poder terapéutico capaz de modificar el curso del trastorno psíquico y acelerar activamente el proceso hacia su solución…”

Bender y sus colaboradores hacen, un importante aporte en el desarrollo de esta técnica, al permitir experiencias colectivas en las que el niño puede expresar su agresividad, sus sentimientos de culpa, su ansiedad, su inseguridad, etc.

Por su parte Pessin y Friedman concluyen que la terapia por el arte, cumple en los conflictos mentales, con cuatro fines:

1) la expresión creadora refuerza el yo gracias a un aporte de satisfacción narcisista.

2) ayuda a la integración social gracias al dinamismo del grupo y a la influencia del terapeuta.

3) el enfermo expresa conflictos inconcientes que es incapaz de verbalizar.

4) la actividad artística permite descubrir vocaciones.

Lee realiza una experiencia similar, con grupos de enfermos usando un taller con diferentes medios de expresión artística: modelado, grabado, pintura, dáctilo pintura etc., concluyendo que la terapia por el arte tiene un valor curativo y ético.

Extraido de "Psicología de la Expresión." A.U.P.P.E.

FERNANDO LOPEZ

FERNANDO NARCISO LOPEZ
Pintor Argentino

LA CERÁMICA PRECOLOMBINA

Se entiende por cerámica precolombina toda la producción de los pueblos del conti­nente americano antes de la llegada de los europeos, producción que abarca un espa­cio de tiempo que se cuenta por milenios.
Esos pueblos, que vivían bajo climas dife­rentes, tenían también culturas diferentes. Desconocemos aún hoy gran parte de su historia. La conquista marcó el fin de la integridad de sus culturas y la destrucción de numerosos vestigios de su historia.
Los europeos quedaron admirados ante la origi­nalidad del arte desarrollado por esos pueblos.

Durero escribe a este respecto en sus Cartas y Escritos Teóricos:

"Jamás en toda mi vida me ha sido dado ver algo que me haya alegrado más el corazón que esos ob­jetos. Pues ahí he podido contemplar obras de un arte singular y me he sentido maravi­llado ante la sutil ingeniosidad de los habi­tantes de esos países remotos."

Desgracia­damente, Durero fue uno de los pocos europeos que reconoció el valor artístico de esos objetos.


"La Cerámica" de Fiorella Cottier Angeli, Ediciones R. Torres

ESTADOS DE ÁNIMO por MARIO BENEDETTI




A veces me siento como un águila en el aire.
Pablo Milanés


Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.

Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.

RECORRIDOS SEMIOLÓGICOS

Lo que llamamos comienzo a menudo es final
y llegar a un final es empezar.
Y cada frase, cada oración lograda
(donde cada palabra está cómoda
y toma su lugar apoyando a las otras,
la palabra que ni es apocada ni ostentosa,
el intercambio natural entre lo antiguo y lo nuevo,
la palabra común, exacta pero no vulgar,
la palabra formal, no por precisa o pedante,
el entero conjunto bailando en armonía),
cada frase, cada oración, es fin y es principio,
todo poema es epitafio.

Little Gidding, en T. S. Eliot Cuatro Cuartetos

PICASSO Y EL INCONSCIENTE

(Comentario a F. Wight, "Picasso and the unconscious". The Psychoanalitic Quarterly, 1944, vol. XII, N° 2, Ciclo 1944. Nº 1.)

F. Wight trata de examinar la obra de Picasso y, sobre todo, los períodos evolutivos de la misma, que si aparentemente carecen de unidad y se encuentran desconectados, a la luz del enfoque psicoanalítico se presentan plenos de unidad y continuidad.
El autor considera que Picasso, constante explorador, descubre nue­vos campos. Progresa en el sentido de acercarse paulatinamente, a través de su obra de arte, a las etapas más profundas y regresivas de su propio inconsciente. Sin embargo, según el autor, existe una profunda diferencia entre el psicótico y el genio, y es que este último no sucumbe ante la presión de su propio inconsciente, porque es capaz de exteriorizarlo. E1 genio, proyectando su emo­ción sobre la tela, vive y comparte el mundo del adulto, y tiene su pasado y presente.
Es indudable que la cantidad de obra realizada por Picasso es el precio pagado para lograr su estabilidad psíquica.
En una de las primeras pinturas, Picasso muestra a una mujer y a un hombre joven, desnudos y abrazados. El joven mira por encima de la cabeza de su compañera a la figura de la derecha, una mujer de edad con un niño en los brazos: la madre, que clava fijamente sus ojos en el joven. Entre estos dos grupos apare­cen, en dos niveles, figuras más pequeñas, que son los dos lados de un cubo. La pintura encierra un extenso drama, cuyo asunto ofrecerá el material para escenas posteriores que lo detallarán más ricamente.
Los cuadros siguientes muestran a un niño, resguardado por sus padres. Las figuras no hacen nada; los rostros están pintados en direcciones opuestas y la madre siempre mirando a lo lejos. Reflejan la extenuación producida por el hambre, como si care­cieran del alimento más esencial.
Estas pinturas han sido interpretadas como la expresión de una protesta social, pero la protesta es aún más profunda. El hambre y el ascetismo de Picasso tienen un mismo origen: el temor a la fuente de subsistencia.
Después aparecerá la etapa de los arlequines, hombres ma­duros jugando como niños, es decir, la infancia y la madurez. El arlequín tiene dos vidas, la cotidiana y la dramática, y por lo tanto cabe ser dibujado con dos colores distintos: rosado y verde. El arlequín posee otros dos símbolos: su sombrero y su máscara, que significa el secreto.
En el transcurso de la obra del artista, el cuerno del sombrero sufrirá una evolución. Durante su infancia Picasso vio a la policía española que usaba ese sombrero; el cuerno representa el cuerno del toro que ningún español puede olvidar, ya que se encuentra asociado al drama parricida de la fiesta de toros. Por último, tenemos el cuerno de la luna, símbolo de la ambigüedad y el dilema, y en las dobles imágenes de las pinturas posteriores es el símbolo de la mujer embarazada.
El siguiente símbolo en la obra de Picasso es el acróbata. Ulteriormente se inicia la etapa cubista con la cual se logra básica­mente una reconquista del espacio arquitectónico. Para resolver su problema Picasso construye y crea en tres dimensiones. Este problema fue la revelación de cosas más profundas. Necesita es­pacio para sus efectos escultóricos, pero el aspecto que prefiere es la ruptura de la superficie diagramada.
Creemos que Picasso trata de encontrar en el cubismo la sín­tesis existente entre sus dos mundos, interponiendo entre ellos una pantalla de geometría para protegerse de una revelación demasiado completa de sí mismo. Sin embargo, el cubismo no protegerá a Picasso en forma indefinida.
En 1921 Picasso pinta los Tres Músicos. Estos personajes están compuestos por áreas planas que podrían ser papeles coloreado. No hay perspectiva entre los músicos y el fondo. Los tres lucen trajes de carnaval, o son trajes de car­naval hechos hombres, para la circunstancia. Uno es arlequín, otro un payaso, el otro un monje. Todos usan máscaras. ¿Pero hay algo debajo de las máscaras? Esto no es problema. Todo vive. Las piernas del monje no se encuentran debajo de la mesa, que repre­senta un símbolo femenino. Los dedos se confunden con las cla­vijas de un instrumento, los dedos del payaso forman un teclado. (Los dedos de las mujeres a menudo serán las clavijas de una guitarra.) El traje del arlequín podría ser también un enrejado de hierro. El cuerno del sombrero se asemeja a la luna. Las notas de música se desparraman por toda la tela. Los ojos son notas, la impresión que causan es de señales arbitrarias en e1 papel, y que sin embargo tienen fuerza. La mascarada es singularmente siniestra, con la algarabía y el disfraz de un auto de fe.
Después viene el período clásico de Picasso, al que podemos considerar psicológicamente como referido a la época en la que se podía vivir y sentir "desnudo", sin que fuera pecado; es un retornar al principio, carente de pecados. Es interesante comparar los padres de este período con los que dibuja en el período azul.
Sin embargo, la calma dura bien poco y se pasa al simbolismo; la masa es una mujer y su pecho una mandolina; en esta época crece la impresión de profundidad. Las imágenes dobles se refieren a la madre y al niño, y la dualidad toma forma, el espejo no había sido sino un símbolo preliminar. Habitualmente se trata de dos entidades con una misma envoltura; las formas son ovulares y los colores vivos. En estos dibujos se refleja la ambigüedad del pen­samiento infantil acerca de la diferencia de los sexos. El niño no tiene ninguna razón para pensar que su madre es distinta de él. La confusión resulta inevitable en el niño de pecho.
Picasso concluye que somos primaria y principalmente tracto digestivo con áreas sensibles en los dos extremos, siendo el comer nuestra principal ocupación. El tema de las pinturas de Picasso radica en el inconsciente y es asombrosa la profundidad y pers­picacia lograda por Picasso.
Su evolución artística va mostrando en forma regresiva con­tenidos inconscientes cada vez más profundos y primarios, que va siendo capaz de exteriorizar paulatinamente.

Extraído de: “El proceso creador. Del psicoanálisis a la psicología social (III)”, Enrique Pichon-Riviere. Editorial Nueva Visión.

TRABAJO GRUPAL Y VINCULO POSITIVO

En el momento en que los miebros de un grupo
adquieren conciencia
de la irreductibilidad de su diferencia
y de su imposibilidad para comunicarse
en forma totalmente satisfactoria
,
hacen la experiencia de un vínculo que sobrevive
a todas las experiencias negativas y las engloba sin negarlas.

Dicho vínculo sería correlativo a una angustia común de abandono,
de separación, de soledad, tal como fue descrita por varios filosófos existencialistas.
Correspondería a la experiencia última de la soledad compartida, excluiría toda ambivalencia
y constituiría por sí sola una defensa objetiva contra esa angustia básica.

Extracto de: "La dinámica de los grupos" Jean Maisonneuve, Editorial Nueva Visión

EL MUNDO DE ISAAC LERER

Preludio a la despedida del Siglo XX
Esta última década terminó de instalar al "lenguaje" en la categoría de órgano del cuerpo del ser humano. Todo órgano es suceptible de enfermarse, perturbar al sistema, modificar conductas o bien vivir con recauchutajes funcionales o atascado toda una vida.
El órgano del lenguaje en el ser humano padece a veces de crisis febriles graves y entonces delira, en otras ocasiones comió tan vorazmente discursos no bien masticados y la consecuencia es la constipación, es entonces cuando el órgano del lenguaje enferma, y no emite palabra alguna, está en una situación autista.
La última década disipó todas las negaciones posibles sobre la posibilidad real de una desintegración atómica de la civilización y del planeta, es cuando el órgano del lenguaje tartamudea, tartamudez similar a la que Ionesco anticipa en su obra "Las sillas" conjuntamente con Tarkovsky en su film "El sacrificio".
Finalmente a semejanza de las ordas primitivas así como los padres tratan de negar a sus hijos estos finalmente pueden cuestionar a los padres. Aparece Samuel Becket como emergente de una sociedad que se anima a cuestionar y es aquí entonces que el órgano del lenguaje reacciona revoloteando fonemas y palabras que infructuosamente quisieran encuadrarse en una supuesta lógica.
Y llega "Esperando Godot", solamente queda la espera, probablemente la esperanza. Y las palabras se transforman en formas y colores para despedirnos del siglo que también creó la posibilidad de otro tiempo en esa distancia espacial que nos posibilite vernos y tal vez construir formas diferentes de vida.

Fragmento extraído de: http://pintores.is.com.ar/lerer/mundo.html

LAS MENINAS

El pintor está ligeramente alejado del cuadro. Lanza una mirada sobre el modelo; quizá se trata de añadir un último toque, pero también puede ser que no se haya dado aún la primera pincelada. El brazo que sostiene el pincel está replegado sobre la izquierda, en dirección de la paleta; está, por un momento, inmóvil entre la tela y los colores. Esta mano hábil depende de la vista; y la vista, a su vez, descansa sobre el gesto suspendido. Entre la fina punta del pincel y el acero de la mirada, el espectáculo va a desplegar su volumen.
Pero no sin un sutil sistema de esquivos. Tomando un poco de distancia, el pintor está colocado al lado de la obra en la que trabaja. Es decir que, para el espectador que lo contempla ahora, está a la derecha de su cuadro que, a su vez, ocupa el extremo izquierdo. Con respecto a este mismo espectador, el cuadro está vuelto de espaldas; sólo puede percibirse el reverso con el inmenso bastidor que lo sostiene. En cambio, el pintor es perfectamente visible en toda su estatura; en todo caso no queda oculto por la alta tela que, quizá, va a absorberlo dentro de un momento, cuando, dando un paso hacia ella, vuelva a su trabajo; sin duda, en este instante aparece a los ojos del espectador, surgiendo de esta especie de enorme caja virtual que proyecta hacia atrás la superficie que está por pintar. Puede vérsele ahora, en un momento de detención, en el centro neutro de esta oscilación.
Su talle oscuro, su rostro claro son medieros entre lo visible y lo invisible: surgiendo de esta tela que se nos escapa, emerge ante nuestros ojos; pero cuando dé un paso hacia la derecha, ocultándose a nuestra mirada, se encontrará colocado justo frente a la tela que está pintando; entrará en esta región en la que su cuadro, descuidado por un instante, va a hacerse visible para él sin sombras ni reticencias.
Como si el pintor no pudiera ser visto a la vez sobre el cuadro en el que se le representa y ver aquel en el que se ocupa de representar algo. Reina en el umbral de estas dos visibilidades incompatibles.

Fragmento de: "Las palabras y las cosas, una arquelogía de las ciencias humanas" Michel Foucault. Capítulo 1

EL MITO Y EL SUEÑO

Sigmund Freud subraya en sus escritos los diferentes pasos y dificultades de la primera mitad del ciclo de la vida humana, los de la infancia y de la adolescencia, cuando nuestro sol se eleva hacia su cenit.
C. G. Jung, en cam­bio, enfatiza las crisis de la segunda parte, cuando, para poder avanzar, la esfera brillante debe someterse a su des­canso y desaparecer, al fin, en el vientre nocturno de la tumba.
Los símbolos normales de nuestros deseos y temo­res se han convertido en sus opuestos en este crepúsculo de la biografía; porque el reto ya no viene de la vida sino de la muerte. Lo que es difícil de abandonar, enton­ces, no es el vientre sino el falo, a menos que el cansancio de la vida se haya apoderado del corazón y como anterior­mente se atendió al atractivo del amor, se atienda ahora a la llamada de la muerte que promete la paz.
Es un círcu­lo completo, de la tumba del vientre al vientre de la tumba; una enigmática y ambigua incursión en un mundo de ma­teria sólida que pronto se deshace entre nuestros dedos, como la sustancia de un sueño.
Y al volverse a mirar a lo que había prometido ser nuestra aventura única, peli­grosa, imposible de predecir, sólo encontramos que el fi­nal es una serie de metamorfosis iguales por las que han pasado hombres y mujeres en todas las partes del mundo, en todos los siglos, de todos los siglos de que se guarda memoria y bajo todos los variados y extraños disfraces de la civilización...
Fragmento de:
"El héroe de las mil caras, psicoanálisis del mito" de Joseph Campell. Edición del Fondo de Cultura Economica. Pág. 19

PEDAGOGÍA INSTITUCIONAL

- Se construye desde una perspectiva sociopolítica
- Considera una crítica antiautoritaria a la educación.
- Está inscrita en la corriente de "Pedagogías libertarias" consistentes en la crítica a la educación tradicional.

Para George Lapassade, la significación última de lo que sucede en el terreno de la educación no se devela más que a partir del momento en que se decide tomar en consideración su dimensión institucional.
Según Lapassade la Institución: "… es la forma que adopta la reproducción y la producción de las relaciones sociales en un momento dado de producción, como el lugar en que se articulan las formas que adoptan las determinaciones de las relaciones sociales".
Para los institucionalistas franceses la Institución tiene tres momentos, la institución como lo Instituido, es decir, el momento de la universalidad, la institución tal como les es dada a los que a ella pertenecen. En segundo lugar, el momento de la particularidad, la institución como lo Instituyente, que no es otra cosa que las actividades que los que pertenecen a la institución organizan frente al hecho de tener que conseguir la satisfacción de sus necesidades o la resolución de sus problemas. Finalmente, la institución como lo institucionalizado o el momento de la singularidad, donde se funden los elementos anteriores en un nuevo momento de institucionalidad.
¿Cómo se analiza la institución educativa? Desde lo grupal, el Análisis Institucional estudia las instancias estructurales del grupo, en cuyo interior tienen lugar fenómenos educativos. Tiene como objetivo desentrañar el conjunto de fuerzas que operan en una situación aparentemente regida por normas universales, evidenciar en su realidad concreta el carácter dialéctico, positivo a la vez que negativo, de cualquier agrupación organizada; desenmascara el complot de las instituciones, que consiste en imponer por la constricción material (económica o física) e ideológica, una visión falsa de las relaciones de producción. Este desenmascaramiento se produce porque la actividad instituyente -el segundo momento mencionado- pone de manifiesto lo oculto tras lo instituido, primer momento.
El elemento que permite el desenmascaramiento es el analizador. Entendiendo por este a todo acontecimiento, hecho o dispositivo susceptible de revelar las determinaciones reales de una situación, de descomponer una realidad tomada hasta entonces globalmente. "Se dará el nombre de analizador a lo que permita revelar la estructura de la institución, provocarla, forzarla a hablar." (Puede ser por lo tanto, un texto, el maestro, el alumno; cualquiera que revele las determinaciones reales de la institución).
Cada vez que la lógica interna de una clase se convierte en medio de lo instituyente, cada vez que se intenta cambiar la estructura instituida se está haciendo pedagogía institucional. El trabajo de los pedagogos institucionales se centra, precisamente, en el esfuerzo instituyente frente a la inercia de lo instituido para generar una nueva institucionalidad.

EL POETA Y LOS SUEÑOS DIURNOS

Los profanos sentimos desde siempre vivísima curiosidad por saber de dónde el poeta, personalidad singularísima, extrae sus temas… y cómo logra conmovernos con ellos tan intensamente y despertar en nosotros emociones de las que ni siquiera nos juzgábamos acaso capaces (…)

¿No habremos de buscar ya en el niño las primeras huellas de la actividad poética? La ocupación favorita y más intensa del niño es el juego. Acaso sea lícito afirmar que todo niño que juega se conduce como un poeta, creándose un mundo propio, o mas exactamente, situando las cosas de su mundo en un orden nuevo, grato para él. (…)

Ahora bien, el poeta hace lo mismo que el niño que juega: crea un mundo fantástico y lo toma muy en serio; esto es, se siente íntimamente ligado a él, aunque sin dejar de diferenciarlo resueltamente de la realidad. Pero de esta irrealidad del mundo poético nacen consecuencias muy importantes, para la técnica artística, pues mucho de lo que, siendo real, no podría procurar placer ninguno, puede procurarlo como juego de la fantasía y muchas emociones en si mismas pueden convertirse en fuentes de placer para el auditorio del poeta (...)

Un poderoso suceso actual despierta en el poeta el suceso de un recuerdo anterior, perteneciente casi siempre a su infancia y desde este parte entonces el deseo, que se crea satisfacción en la obra poética, la cual del mismo modo deja ver elementos de la ocasión reciente y del antiguo recuerdo (…)

El verdadero goce de la obra poética procede de las descarga de tensiones en nuestra alma...el poeta nos pone en situación de gozar en adelante, sin avergonzarnos y hacernos reproche alguno, de nuestras propias fantasías.

Recorte del Texto “El Poeta y Los Sueños Diurnos” de Obras Completas Sigmund Freud.

PAULO FREIRE Y SU VISIÓN INTEGRAL DE LA PROBLEMÁTICA EDUCATIVA

Críticas de Freire al sistema capitalista :
Deshumanización:
Señala la "deshumanización" como consecuencia de la opresión. Esta, afecta no solamente a los oprimidos sino también a aquellos que oprimen.
La violencia ejercida por los opresores, tarde o temprano, genera alguna reacción por parte de los oprimidos, y estos, generalmente anhelan convertirse en opresores de sus ex - opresores. Sin embargo, los oprimidos tienen para sí el desafío de transformarse en los restauradores de la libertad de ambos.
Educación Bancaria: el saber como un depósito
En la educación bancaria la contradicción es mantenida y estimulada ya que no existe liberación superadora posible. El educando, sólo un objeto en el proceso, padece pasivamente la acción de su educador. En la concepción bancaria, el sujeto de la educación es el educador el cual conduce al educando en la memorización mecánica de los contenidos. Los educandos son así una suerte de "recipientes" en los que se "deposita" el saber.
El educador no se comunica sino que realiza depósitos que los discípulos aceptan dócilmente. El único margen de acción posible para los estudiantes es el de archivar los conocimientos.
El saber, es entonces una donación. Los que poseen el conocimiento se lo dan a aquellos que son considerados ignorantes. La ignorancia es absolutizada como consecuencia de la ideología de la opresión, por lo cual es el otro el que siempre es el poseedor de la ignorancia.

Educación Problematizadora: diálogo liberador
La propuesta de Freire es la "Educación Problematizadora" que niega el sistema unidireccional propuesto por la "Educación bancaria" ya que da existencia a una comunicación de ida y vuelta.
En esta concepción no se trata ya de entender el proceso educativo como un mero depósito de conocimientos sino que es un acto cognoscente y sirve a la liberación quebrando la contradicción entre educador y educando. Mientras la Desde esta nueva perspectiva, el educador ya no es sólo el que educa sino que también es educado mientras establece un diálogo en el cual tiene lugar el proceso educativo. De este modo se quiebran los argumentos de "autoridad": ya no hay alguien que eduque a otro sino que ambos lo hacen en comunión.

La propuesta de Paulo Frerie se alinea en la crítica ideológica al sistema capitalista y establece las bases para una educación al servicio de la liberación revolucionaria.

Bibliografía general:
Freire Paulo, Pedagogía del Oprimido, Editorial Siglo Veintiuno, México 1999

EXTRAIDO DE http://educacion.idoneos.com/

EL CONCEPTO DE ENCUENTRO (TELE Y TRANSFERENCIA)

Según  Moreno  “la  transferencia  es  el  desarrollo  de  fantasías  (inconscientes)  que  el  paciente proyecta  sobre  el  terapeuta,  ot...